- Aprovecha la luz natural.
- Crea corrientes de aire que mantengan fresca tu casa.
- Apaga emisores de calor que no estés usando, como la televisión, el ordenador…
- Antes de instalar el aire acondicionado, estudia su ubicación ideal.
- Una vez instalado, controla la temperatura: cada grado extra supone un 8% más de consumo.
- Revisa el aislamiento de tu hogar.
- Baja las persianas durante las horas de más calor.
- Elige electrodomésticos con alta eficiencia energética.
- Opta por bombillas LED para iluminar tu casa.
- Instala placas solares y súmate al autoconsumo.