La salud mental ocupa cada día un lugar más prominente en nuestra idea global de salud, como de forma urgente e insistente viene demandando la ciudadanía.

Todas las personas somos susceptibles de sufrir enfermedades mentales en algún momento. Nuestro frenético ritmo de vida, las crisis económicas y sociales, las noticias locales y globales y otros aspectos se suman a nuestros factores personales pudiendo llevarnos a extremos que resultan difíciles de gestionar de forma individual. ¡El cuidado de la salud mental tiene que formar parte de nuestra prioridad como personas y como sociedad!

Y para ello debemos crear hábitos y rutinas que nos permitan analizar y gestionar nuestras emociones, para encontrar el máximo bienestar en nuestras vidas, pero también para ser capaces de pedir ayuda cuando lo necesitemos.

Estos son los consejos del Instituto Superior de Estudios Psicológicos para cuidar nuestra salud mental:

  1. Descansar correctamente. Seguir una rutina a la hora de irse a dormir, es decir, acostarse y levantarse a la misma hora todos los días e intentar descansar al menos 8 horas diarias.
  2. Hacer ejercicio físico. Realizar algún tipo de actividad física de manera regular puede ayudar a mejorar el estado de ánimo. Es recomendable que este ejercicio se realice al aire libre.
  3. Comer de forma saludable. Mantener una dieta equilibrada, evitando los azúcares, el alcohol o la cafeína, los cuales pueden agravar los problemas de salud mental.
  4. Tener la mente ocupada. Disfrutar del tiempo libre realizando alguna actividad que nos haga sentir bien, ya sea solo o en compañía de otras personas.
  5. Proyectar pensamientos positivos. Gestionar los propios pensamientos enfocándolos hacia elementos positivos de la vida y sosteniendo siempre un sentido de esperanza.
  6. Mantener la comunicación. Es importante mantener el contacto con otras personas. Socializar y hablar con las personas más cercanas, ayuda a mejorar el bienestar personal.
  7. Relajarse. Intentar conservar la mente relajada y reducir todo aquello que genera estrés. Disfrutar de los hobbies puede ayudar a mantenerse calmado.
  8. Ponerse objetivos o metas. Es interesante que diariamente se fijen unos objetivos que se puedan alcanzar y se establezcan prioridades en lo que se desea lograr.
  9. Usar las nuevas tecnologías correctamente. Reducir el tiempo que se le dedica a los dispositivos electrónicos, puede ser clave para hallar un equilibrio en la vida.
  10. Solicitar ayuda cuando sea necesario. Hay que ser sincero con uno mismo y en caso de no sentirse bien, acudir a un profesional de la salud mental, el cuál ayudará a encontrar las herramientas necesarias para sentirse mejor.

Si bien la mayor parte de nosotros ya no somos ajenos a estas ideas, la realidad es que en ocasiones nos resulta difícil ser capaces de ponerlas en marcha en nuestras vidas. Una forma de hacerlo más sencillo es contar con el apoyo adecuado, tanto en nuestro entorno y a título personal, como con profesionales que nos asesoren y respondan a nuestras dudas.

Algunos de los consejos mencionados anteriormente significan distintas cosas según nuestra edad, contexto, salud física o el momento que estemos viviendo. Contar con profesionales de la salud que nos ayuden a acotar nuestras necesidades nos ayudará no solo a cumplirlas, sino a definir nuestros objetivos de forma correcta.

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¡Un paso sencillo con el que estarás cuidando de tu salud integral y de la de tu familia!